La importancia de elegir un buen administrador
Un edificio es, inicialmente, una construcción de ladrillo y cemento creada por unos promotores con el fin de conseguir un beneficio. Ellos son los que lo proyectaron y lo construyeron, con sus aciertos en el diseño y ejecución, y también sus posibles errores.
Una vez construido se inicia la vida de ese edificio, tu edificio, donde distintas personas con intereses distintos decidisteis que ese había de ser vuestro hogar, para toda la vida, para unos años e incluso como inversión de futuro. Y ese grupo de personas os comprometisteis, posiblemente sin ser conscientes de ello, a compartir muchas zonas y espacios de los que erais dueños en una pequeña porción, pero había que mantenerlos al igual que vuestra vivienda: ascensores, grupos de presión, instalaciones de electricidad, fontanería, limpieza, y un largo etcétera.
Iniciada la andadura visteis que había que conocer y cumplir no solo con la legislación que regulaba la convivencia entre todos los que comprasteis, sino con una legislación cada vez más exigente en distintas materias: Agencia Tributaria con infinidad de modelos a presentar, normativa sobre baja tensión, inspecciones de ascensores, legislación laboral, de seguridad y salud, puertas de garaje, depósitos de agua, averías de distintos elementos, protección de datos, siniestros en esas zonas compartidas y otras muchas actuaciones.
Por otro lado, pudisteis ver que alguno de los vecinos que había comprado podía tener problemas para pagar, o se ocasionaba algún conflicto tener por intereses distintos, por los hijos, los inquilinos. Las juntas eran complicadas y podían acabar con enfados o malos rollos…
Esto es solo un intento de hacerte ver que un edificio tiene muchos frentes y cuando se decide vivir en comunidad es muy importante elegir bien a la persona o equipo de personas que lo han de gestionar. El acertar en la elección se tendrá parte del camino recorrido pues un buen profesional, que conoce la legislación y la estudia, que se forma, que conoce como se ha de gestionar el edificio, que está dispuesto a intervenir para resolver posibles conflictos, a programar los mantenimientos y, en definitiva, a HACER QUE TÚ TENGAS LA TRANQUILIDAD Y CONFIANZA DE QUE ESTÁS EN BUENAS MANOS. Elegir un buen administrador es una tarea a la que se debe de dedicar el tiempo necesario y nuestro consejo es que os fijéis, al menos, en los siguientes aspectos.
- Colegiación. El Colegio de Administradores ofrece formación específica para administradores, normativa, regula la profesión de sus colegiados. Ten muy en cuenta que prácticamente cualquier persona con carrera universitaria puede ser administrador de fincas, pero una vez que lo es se ha de formar y eso requiere mucho estudio en una gran cantidad de materias: propiedad horizontal, contabilidad y finanzas, normativas, psicología…
- Formación. Qué formación tiene el titular y los empleados, cursos realizados en el último año, solicitar los diplomas o acreditaciones al respecto (el Colegio puede entregar certificado con la formación a la que ha asistido durante los últimos años), suscripciones específicas de la profesión a las que tiene acceso.
- Equipo: Como está organizado el despacho, como se atienden las averías, siniestros, cuántas comunidades tiene y número de personas por comunidad. Formación de los empleados. Si dispone de asesoramiento fiscal, laboral, jurídico, técnico. Que pueda dar nombres y demostrarlo.
- Certificado ISO o sello de calidad avalado por organismo reconocido o por el propio colegio de administradores.
- Tecnología con la que cuenta,
- Referencias que pueda aportar. Si nos tomamos un poco de interés podemos incluso visitar la comunidad y preguntar al presidente o algún miembro de la directiva, pues son las personas más involucradas y quien mejor conocen su gestión.
- No os fijéis solo en lo que dice que van a hacer, puede que sea un buen vendedor y el papel lo aguanta todo.
- Por último, tampoco os fijéis en el más barato porque suele salir al final muy caro. Gestionar bien una comunidad tiene un coste que no es muy elevado, pero tampoco tirado. Quien da precios muy bajos posiblemente no podrá dar el servicio y la dedicación que requiere tu comunidad y al final, o no se presta el servicio deseado o se estará incentivando a que pueda cobrar comisiones a terceros para suplir los bajos honorarios, lo que sería un grave error.
Resumiendo, has de dedicarle atención y un poco de tiempo a la elección porque dependiendo del éxito en la selección de administrador para tu edificio, tus vecinos y tú mismo os beneficiaréis en los próximos años, o quizás posiblemente el resto de vuestra vida mientras que estéis en esa comunidad.
Pedro Gálvez.